Los cineastas de Lima dicen: “El cine es del pueblo, que el pueblo haga cine”, pero están pensando solo en hacer cine en 35 mm, nunca piensan en el de 8mm, que ya es una expresión popular*

Por Nelson García

ENTREVISTA GUARDADA CASI 50 AÑOS. CONVERSACIÓN CON EL CINEASTA JOSÉ RÍOS CANCINO QUE TRABAJABA EN 8MM.

En 1970 había ocurrido un terrible terremoto en el Perú, especialmente en la zona de la Cordillera Blanca ubicada en el departamento de Ancash. Desde el nevado Huascarán se había desprendido un alud gigantesco que había sepultado la ciudad de Yungay. El sismo había destruido la ciudad de Huaraz y todas las provincias y distritos de esa zona estaban afectados terriblemente. No había paso por ningún lado. Las carreteras estaban obstruidas por huaicos y el cielo de Ancash estaba cubierto por una nube de polvo que no permitía el ingreso de ningún avión con ayuda. Poco a poco fueron llegando los periodistas a pie y comunicaban la dimensión de la tragedia. El Perú era gobernado por el General Velasco y había iniciado relaciones diplomáticas con Cuba, que inmediatamente envió varios aviones con todo tipo de ayuda para la zona devastada, venciendo los obstáculos para la llegada de aviones. Junto con los médicos cubanos llegó un grupo de cineastas cubanos, con todo su equipo de filmación a cargo de Santiago Álvarez, el mejor documentalista de la isla. De ahí trajo un material conmovedor que reunió en el largometraje PIEDRA SOBRE PIEDRA. Fue presentado en el Perú y todo el mundo como la primera película sobre el sismo. No era verdad.

José Ríos Cancino en el 1er Festival Campesino Atusparia Uchcu Pedro

El radiólogo peruano JOSÉ RÍOS CANCINO, radicado en Huaraz, aficionado al cine y en poder de equipos de 8 mm., había filmado todo. Pero sin recursos para mandar a revelar el material no podía verlo. Por su trabajo urgente en los hospitales tampoco tenía tiempo para editarlo de la manera artesanal que lo hacía. El equipo de sonido que empleaba había quedado destruido con el terremoto. Pasó el tiempo y en 1973 llegó a Lima a visitar a su familia y a comprar película virgen de 8 mm. Ya había empezado la reconstrucción de la zona. Un día que yo estaba en el local de la revista HABLEMOS DE CINE, escribiendo mi crítica de alguna película, llegó don José a conocer la revista que como buen cinéfilo conocía y a hablar de su experiencia en la producción.

Ya el Presidente Velasco había promulgado la primera Ley de Cine (Ley N° 19327) y ya se habían comenzado a exhibir los primeros cortos y largos peruanos. La ley exigía la exhibición de todo cine nacional hecho en 35 mm. El cine de 8 mm no tenía la más mínima posibilidad de acogerse a ese beneficio. O sea el sueño de don José, que se viera su trabajo, no era posible. Lo sé porque en esa visita a la revista y en la conversación que tuvimos me hizo sentir su frustración. Por mi lado, yo preparaba mi primer corto en 35 mm y ya soñaba con que se viera en las salas de cine. Conocer a alguien que solo concebía el cine en 8 mm me parecía irreal, extraño. No le alcanzaba los beneficios de la ley. Siempre he admirado ese tipo de heroísmo, por eso, ya que tenía a la mano mi grabadora de cassette, lo entrevisté.

Transcribí la entrevista y la ofrecí a Hablemos… y a otras revistas de cine que existían en aquella época. A nadie le interesó el caso porque a todos, como a mí, nos parecía que el cine aficionado de 8mm era un hobby casero, sin trascendencia. Estábamos luchando por hacer del cine una profesión, un arte nacional. Nos preparábamos para luchar contra el cine extranjero de igual a igual, con películas en 35 mm. A mi parecer las de 8 mm no estaban a la altura de ese reto. Así que guardé la entrevista y la foto que me obsequió don José al día siguiente, cuando llevó su proyector al local y me mostró su mediometraje del terremoto, era ya un anciano.

La entrevista y la foto las guardé años, casi 50 años. Hace poco las encontré, releí la conversación y me pareció de una gran lucidez. Don José no era solo un gran cineasta, en poder de toda una técnica de filmación, era un auténtico precursor del cine peruano actual, además un iniciador del potente cine regional en pleno desarrollo en estos días. Y nos traía la primicia que en varios departamentos del interior también existía cine en 8 mm, que estamos en la obligación de recuperar. 

Recuerdo con cariño a don José Ríos Cancino y transcribo esta antigua conversación como saludo de cumpleaños a su hijo, mi gran amigo el cineasta ancashino José Ríos Vásquez. Un abrazo.

EL RADIÓLOGO CINEASTA

Soy un radiólogo de cardiología pero siempre he tenido una gran afición por el cine, hacer cine. En una oportunidad hace tiempo me compré una cámara de 8mm. Desde entonces he filmado todos los lugares a donde me ha llevado mi profesión. Lo hacía para tener un recuerdo y mostrar a mi familia que radicaba en Huaraz. Con el tiempo reuní bastantes imágenes de muchas partes del Perú. Las llevaba conmigo siempre en mis viajes porque sentía placer de mostrarlas a la gente de pueblitos donde nunca habían visto una película. Desde 1960 radico en Huaraz, ahí está mi familia. Ahora ya estoy con bastante edad pero he seguido filmando siempre en 8 mm. He recogido fiestas folclóricas, religiosas, costumbres típicas de Ancash y otras zonas como Caraz, Mancos, Chavín, Llanganuco, Yungay, Huaraz, etc. Esto da valor a mi material porque varios de estos lugares han desaparecido con el terremoto o ya no son como antes. De esto he hecho un mediometraje de 30 minutos titulado “ANCASH ANTES DEL SISMO”.

Ocurrido el terremoto me llevaban como cardiólogo a todo lugar afectado y en el tiempo libre he filmado esos pueblos en ruinas. Con este material he hecho otro documental de 40 minutos que he titulado “EL SISMO EN ANCASH”. Después he asistido y filmado la reconstrucción de mi amado Huaraz y otros lugares, con esas imágenes he hecho el tercer medio metraje “VENCIENDO EL SISMO”. Estos tres trabajos suman hora y media, o sea un largometraje a color, sonoro, que he exhibido en varias partes del Perú en 8 mm., en especial en los lugares con gente víctima del terremoto para que tengan esperanza. Se alegraban al verlos.

Volante que se elaboró para difundir las proyecciones de “Terremoto en Ancash”, película de José Ríos Cancino que se proyectaba en formato Super 8, ayudado de una banda sonora en cassette. La proyección se amplificaba y proyectaba desde la mitad de las salas, para abarcar así todo el écran. José Ríos Cancino presentó su película en la década de los años 70 en diferentes ciudades del país llevando a cabo una exhibición itinerante. 

PRODUCCIÓN EN 8 MM: LA FILMACIÓN

Ahora trabajo con una cámara de Súper 8. Tengo trípode pero casi no lo uso, toda la filmación la hago cámara en mano. Esto porque me he dado cuenta que el trípode intimida a los campesinos, se perturban y ya no son espontáneos. Como la cámara es pequeña puedo esconderla bajo el brazo, así filmó sin que se den cuenta. Claro que sin trípode sale movida al comienzo. Luego la experiencia te da seguridad en el pulso y las tomas salen buenas. Es fácil, sí.

LA EDICIÓN

Toda filmación no sale perfecta, a veces sale movida o desenfocada. O pasa la gente mirando la cámara. Esto hay que desechar, limpiar. Luego hay que ordenar el material seleccionado. O sea hacer una compaginación. Operación que por falta de equipo de edición la hago a mano usando una lupa grande (seis pulgadas) y viendo el material a trasluz. Es difícil trabajar así pero cuando uno se acostumbra y crea un método se hace sencillo. Las pegas las hago a mano con un empalmador de 8 mm. Para pegar las tomas uso pegamento líquido. Ya editado el material lo paso por el proyector de 8 mm, una y otra vez. Ahí también continúa la selección de imágenes, hasta que la idea que se persigue quede clara y sintética. ¿Entendiste? Ok.

SONIDO

Tomo el tiempo de las tomas seleccionadas y escojo en las que va a ir un texto en off. Escribo lo que se va a escuchar. También seleccionó las secuencias en la que va música. Busco discos y a un amigo con buena voz y dicción. Grabo la locución y la música a la vez, pasó a paso, en cassettes. No uso sonido óptico porque no hay dónde hacerlo en el Perú en 8 mm. La proyección al público la hago con las imágenes en la película y el sonido en cassette, por separado pero sincrónico. No es nada fácil.

Para grabar el sonido, en especial la locución, tengo que esperar la medianoche para que no haya sonido en mi casa ni en la calle. Cuando todos duermen. Hay que trabajar con disciplina pero es divertido. En fin, el cine aunque sea de 8mm es una pasión ¿No te parece? Bien.

Página del catálogo de la 3ra edición del “Festival Internacional Del Nuevo Cine Super 8 De Caracas”, en la cual se encuentran los datos de la película “Terremoto en Ancash” de José Ríos Cancino, uno de los pocos peruanos que mostraron obra en este festival.

DIFUSIÓN Y CONTACTOS CON OTROS CINEASTAS DE 8MM

Con este largometraje del sismo he vuelto a recorrer varias partes del país. He constatado que existe en el Perú toda una gran producción amateur, de personas como yo que trabajan en 8 mm. En especial en Tumbes, Cajamarca, Tacna y otros departamentos donde he encontrado muchos aficionados al 8 mm, en especial de las ciudades fronterizas, con buenas cámaras filmando todo lo que sucede en su zona.

Cuando he llegado a estos lugares con mi película del terremoto, estos aficionados se me acercaban y conversamos de nuestros filmes. Me los mostraban. He visto bonitos documentales en Cajamarca, Cusco y la selva. Más interesantes que esos cortos que hacen en Lima en 35 mm, de personas que se van de viaje y regresan con documentales sin sustancia. Los cineastas de 8 mm del interior viven ahí, junto a su pueblo y lo conocen. No improvisan. Además difunden cine en lugares donde no hay cinematógrafos, en comunidades campesinas, en centros mineros, aldeas de pescadores. Incluso hemos intercambiado documentales de nuestras zonas para difundir en otras zonas del Perú.

CINE DE 8 MM Y LA LEY DE CINE

Conozco la ley de cine que ha dado Velasco, pero solo es para lo que se hace en 35 mm. Ese formato es caro e inaccesible para todos. Sin embargo el 8 mm es la solución. Por eso creo que esa ley es un error. Los cineastas de Lima dicen: “el cine es del pueblo, que el pueblo haga cine”, pero están pensando solo en hacer cine en 35 mm, nunca piensan en el de 8mm, que ya es una expresión popular. Fíjese, le voy a contar un caso. Fui al Pajonal a filmar la fortaleza incaica de Pajatén, tomé de guía a un indio campa que había crecido en una misión religiosa. Me quedé asombrado cuando ya estaba filmando, el campa miró la cámara y comenzó a hablar de planos, encuadres y efectos de luz, etc. Me confesó que él también tenía una cámara de 8 mm, que se la había comprado a un turista, y que tenía varias filmaciones de su tribu, de ceremonias que nadie conocía. Me dio una alegría saber eso. Por eso creo que el cine de 8 mm debe ser apoyado y debe ser más atendido.


*Este título ha sido elegido en especial para la presentación de la entrevista en esta muestra. La entrevista fue publicada en la cuenta de Facebook de Nelson García el 26 de septiembre de 2020 con el siguiente título: ENTREVISTA GUARDADA CASI 50 AÑOS. CONVERSACION CON EL CINEASTA JOSE RIOS CANCINO, QUE TRABAJABA EN 8 MM.